sábado, 10 de octubre de 2015

Parte III

#13

Antonio Crema
Este corazón tiene la forma de un tren.

No es un corazón como una manzana.
Ni un corazón en donde está todo el amor.
Ni siquiera es un corazón pequeño
para un amor pequeño.

Este corazón tiene la forma de un tren.

De un tren de pasajeros.
Largo, donde la gente se conoce y se habla.
Un tren de pasajeros
Un tren de pasajeros que tiene forma de un corazón



#14

Fuego lento.
Despacio, el amarillo
se va volviendo rojo
violento.

Lentamente,
como cuando se espera.
Cuando se espera a alguien
solamente.

Como cuando
creemos que la sombra
llegó. Y sólo se está
acercando.

Desesperado.
Angustia, estancamiento.
Quizás dolor. Mentira:
yo te quiero.

En tus ojos,
la luna, el sol, la noche,
la luz... se van volviendo
todos rojos.

Es la espera,
entre amarillo y rojo,
entre la luz y sombra,
compañera.



#15

Tú y yo. El árbol, las estrellas.
El alma, la montaña.
Todo.

Aquí, allá. Junto a aquél río.
Debajo de una nube, en el océano.
Dondequiera .

Hoy, mañana, ayer. Hace tres años.
Cuando tú quieras. Dentro de unos siglos.
Siempre.

Juntos. Despacio, vertiginosamente.
Con odio, con amor. En silencio.
De cualquier manera.

No existen
otras cosas,
otros lugares,
otras oportunidades,
otras maneras.

No pueden existir.
Es todo lo que sé.
Y es hermoso saber por lo menos algo,
por pequeño que sea.



#16

Afuera llueve.
A través de la lluvia
-tierna y lenta caricia-
ya casi no te veo.

El esfumino blanco e incierto de las gotas menudas
apaga tu mirada y tu sonrisa,
que se va borrando
-definitivamente-
como si te hubieras ido

Hoy perdí tu mirada.
Se me fue de las manos, casi sin darme cuenta,
como un poco de agua.
Hoy perdí tu sonrisa.
Se me fue de los ojos, de repente,
como la luz cunado la noche cae.

Si vuelves,
no olvides tu mirada.
No la dejes perdida en algún pozo hondo, sin luna.
Tráela llena de luz,
como era antes.
No dejes tu sonrisa abandonada en el crepúsculo.
Devuélvemela al amanecer,
donde yo la encontre.

Afuera llueve,
y a través de la lluvia silenciosa,
silenciosa te has ido.




#17

Para comprender este soneto es necesario tener profundos conocimientos de la poesía del siglo XX, de filosofía griega, de música, de política venezolana actual y de hipismo.

A Luis Pastori

Este Don Luis de la sonrisa irónica,
Pastor de mil romances y sonetos,
alborotó nuestra poesía pre-agónica
al declarar los "viernes" obsoletos.

Este Don Luis, de pasta anti-platónica
-sus versos ha vivido muy completos-
nos asombró con ésa, su sinfónica 
manera de decir en sus cuartetos.

Este Don Luis, ahora retirado 
-en ausencia fugaz de su querencia-
y a Ministro de Estado dedicado,

ojalá pueda hacer, con sapiencia,
que la cultura coja hacia otro lado
antes de que lo envuelva su demencia.


#18

                                             Ya sé (02/05/1948)

En esa dulce hora en que tus ojos
se meten en mis ojos
brillando como una hoja mojada por la lluvia


En esa dulce hora en tus manos blancas 
se esconden en mis manos
para que no las mire

En esa dulce hora en que los labios tiemblan 
y el mundo se hace del tamaño de nuestras miradas...



Entonces, yo recuerdo,
y te digo:

2Ya sé.
Ya sé lo que es el cariño:
coger a la pena y soltársela
en las rodillas 
como a un niño" 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario